Se arrastra siguiendo la luz de la abundancia. No pasar la Mastercard por la ranura de su existencia: "priceless" La ansiedad es eterna como la deuda externa. Debe paga se arrastra un poco más. Vivir para otro es un delito recurrente. Siempre quiso tener el carro de la envidia, la casa de la buena postura, la ropa que le separa del pueblo, los anillos de Fefita la Grande, lo tiene, lo debe, lo pasea por la avenida del orgullo en la carroza de los jodidos. Tira besitos y ondea la mano de los anillos. Qué lindo se ve, ignorante deudor. Se acuesta en su cama de facturas y hace cuentas, uno, cinco mil ¡Ay qué lindos mi anillos! mi casa, mi carro, mi status mitómano. ©Sussy Santana